Maison Blanche continúa consolidando su identidad con una propuesta visual que destaca por su elegancia y sobriedad. Tras el diseño de su carta digital y su versión accesible en formato auditivo, el restaurante apuesta por mostrar su espacio exterior a través de una pieza audiovisual que refleje su esencia.
Este encargo busca no solo enseñar el entorno físico del local, sino también transmitir la atmósfera que lo envuelve. Un espacio pensado para el buen tiempo, donde cada detalle ha sido cuidado para ofrecer una experiencia tranquila y acogedora.
La terraza de Maison Blanche se presenta como un rincón elegante y sereno, donde la estética y la funcionalidad se equilibran. Rodeada de vegetación cuidada y con mobiliario de líneas simples y materiales nobles, el espacio invita a disfrutar de una comida relajada en un entorno natural.
El uso de tonos neutros y la disposición espaciosa de las mesas potencian la sensación de calma y amplitud. Es un lugar ideal tanto para encuentros íntimos como para celebraciones al aire libre, pensado para reforzar la identidad visual del restaurante y ofrecer una continuidad coherente con el interior del local.
El vídeo que se presenta a continuación ha sido grabado, editado y optimizado especialmente para este proyecto, cuidando tanto la narrativa visual como la calidad técnica.